Es súper intenso estar mal siendo artista, porque todo es más dramático. Yo, por ejemplo, siento esos momentos de tristeza e incertidumbre como si estuviese echada en un descampado mirando a la nada o al cielo mientras dejo que una jauría de perros o lobos salvajes destacen todo mi ser.
Y cuando estoy contenta, siento mi pecho abrirse tan grande como lo que mide y más porque explota de amor, porque es lo único que me habita en ese momento, y porque lo que más deseo es expandirlo y ver miles de millones de pechos abrirse de tanto amor (amor sano, no romántico, amor a la vida, al existir, a la experiencia de existir a la cual le quiero sacar todo el jugo que tenga para mí, y al universo que somos todxs (#porqueacuarianahastalaeternidad)).
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