Posesa de mí, erupciono el universo.
Fanática de lo oculto. Lo oculto en la tierra, bajo las piedras, en mi alma, tu mirada y a la vista de todxs.
No comentes aquello que te excede, que las palabras te salen lánguidas y putrefactas.
Volveré a la fuente, a hundirme, que no me asusta; verás, es mi voz la que crea remolinos.
Que te estaque a ti la conmoción, si te place. Yo como vértigo porque me sobra el apetito, tanto que no conozco el hambre.
Mas sí, sé que mi fuerza también está en las lágrimas que me mojan la cara. Que la fuerza por fuerza no vale nada, y que mi sensibilidad es mansión cuando la luz parpadea apagada.
Porque después de erupcionar, quiero que me abraces el magma y me beses las cenizas. Que me hagas mimos de té con leche y nos cubramos con la manta hasta los pelos al llegar el invierno para que el calor no nos abandone nunca las entrañas.
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