lunes, 25 de mayo de 2020

En un bondi a los 19

Te juro que pocas cosas en la vida me gustan tanto como escribir. Es libertad pura, en su máxima expresión. Es yo y mis mil preguntas, es soltarme de todo. No puedo imaginarme esta vida sin escribir, sin decir todo eso que tengo por decir, sin sentirme libre.
A veces un poco que me olvido de lo lindo que se siente porque algunas cosas las tengo que pensar más; pero cuando encuentro el ratito que necesito, es respirar profundo, es acordarme de que me podría pasar toda la eternidad haciendo esto, y estar sola y no conocer a nadie, y estaría bien porque me conozco a mí y se siente tan suficiente.
Sin embargo, creo que es un poco preocupante que sea tan suficiente, ¿no? Digo, porque también me gustaría eso de compartir, mas la confianza se complica y aparece el abismo. La ambigüedad de ser tan abierta y contar todo, pero sin embargo estar llena de secretos que no se pueden poner en palabras, que se escapan de la comprensión racional. Y también están los pies en el agua y que no siempre vivo acá, y que soy tan feliz por mis mundos y las cosas mágicas que pasan. Y que a veces tan niña, tan gatito, y otras tan bruja, tan pantera y tan hambrienta.
Rodeada de números y ecuaciones de palabras y oraciones que combinadas se hacen texto y hacen vivir el instante para siempre. Eso. Escribir es eterno, actuar es efímero.
P.D.: Esto lo escribió una yo que en muchos aspectos ya no soy. Una yo que pensaba que para "estar bien" tenía que estar sola, más allá de lxs amigxs, la familia, etc; crear un espacio de seguridad entre ella y la gente. Una yo que no sabía muchas cosas que aprendí con los años, como a sentir y construir un amor sano, lo hermoso de confiar y compartirse, de abrirse a dar y recibir, a sanar, a construir en colectivo, y a cuidarse de lo que no quiere. Una yo que recuerdo con mucho cariño, porque hay cosas que no cambian, y a la que miro con ternura pensando en todas las cosas lindas que le faltaban descubrir (o permitirse). Como seguro una yo dentro de otros pares de años me miré a mi yo del ahora con mucha ternura por todo el otro montón de aprendizajes y cosas lindas que estaban llegando para mí.
P.D.2: Ahora tengo 23.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario