Pushed and pulled
between waves
of love and rage.
Immeasurable ache
I once claimed
to have missed.
When given the chance,
I shall sing
the drama of my dreads.
Endlessly rebelling against
the ghosts from my past
that in my present
I project.
Although refusing to embrace
the steps of a waltz
I do not wish to dance.
Either here or there,
I will remain true
to myself.
Cada luz de cielo maculado
encierra una historia presa.
Mas es la luz
del cielo inmaculado
la que puede guiarnos
a una creación libre.
Más allá del yo,
se halla una llave
que habita en lo inexplorado
de nuestra escencia colectiva.
¿Qué hay más allá del yo que nos limita?
¿Qué límite por fuera del otrx configura nuestro yo?
¿Qué yo podemos crear únicamente en lo interno?
¿Existe un yo sin un otrx?
¿Qué vacío busca llenar el ruido
que generamos sin sentido?
¿Qué sentido tiene una fiesta sin sonido?
La sonrisa es sentido compartido,
incluso en lo privado.
La risa en soledad es comunidad
cuando nace de un recuerdo.
Descubrir es la creación.
Y crear, un descubrimiento.
El círculo infinito,
al que muchas veces,
nos mostramos ciegxs.
La música no es la rima,
sino el despertar de un sentir
que nos lleva de viaje
al mundo que somos como humanxs
y al mundo que creamos,
descubrimos y compartimos
como humanidad en colectivo.
Romperse,
desde abajo,
pedazo a pedazo.
Estallar en trizas
como un árbol
azotado por un rayo.
En otra vida hubiese dicho:
‘¡Que me rompa!
No le temo a los azotes’.
Mas en ésta,
me murmuro los temores
que suscita en mí el rayo.
Como mantra.
Como rezo.
Como escudo.
E imploro que el azote me perdone
y que el día descubra entero
mi menudo cuerpo.
