Siento una brecha demoliendo mis creencias.
Me reflejo en tus milagros densos y humildes a los que llaman imposibles y me prendo en las lágrimas que les rindo.
Por siempre incomprensibles las palabras que lo nombran. Para la eternidad un conjuro huérfano rogando por un abrazo, combustible para su espíritu.
inclinación santa que me invoca a andar sobre rocas y decirle paraíso.
Desquiciada identificación de un punto dibujado fuera del círculo.
Apaga el rito cuando se consume la creación.
Que acontezca lo imposible de mis dedos, de mis ojos. Que se desprenda de mi alma, de mis luces y mis sombras. Que me consagre madre alquímica.
Que nos apoden herejes quienes consideren brujería a esta magia.